Cosas que NO extraño de Venezuela

Este post NO es sobre las cosas profundamente malas de Venezuela, ese lo voy a dejar para el que sea de las razones por las que me fui. Este es light, superfluo y es para contrarrestar el anterior de cosas que extraño. Aqui van:

1. Música a todo volumen en la playa. Que la gente no respete que capaz su infinita selección de reggaetón o vallenato quizaaaaas a todos no nos gusta.
2. Cachapas, chicha, tajadas, plátanos en cualquier presentación, maíz, arepa andina, malta, jugo de guayaba, cualquier cosa con coco, etc. Todo eso lo detesto, probablemente hay muchas más pero son las que recuerdo ahorita. (Sí, estoy loca).
3. Sufrir para conseguir ropa que no todo el mundo tenga. En Valencia habían como dos tiendas que me gustaban, y al parecer al resto de la ciudad.
4. Que te miren mal cuando usas algo MEDIO distinto a lo común. Dios te ampare de no salir en jean, o salir con un vestido de día, un sombrero, un pantalón diferente o extravagante.
5. Estrés de manejar al estilo “Ley del más fuerte o ley del más vivo”. Tener que no solo estar pendiente de ti sino de los carros que no ponen luz de cruce, del que va rapidísimo y aparece de repente, de que los PARE no se respetan, de que puede venir un carro hasta del cielo en un cruce, de los motorizados, todo eso es cansón.
6. La amargura generalizada de la gente que presta un servicio público. Una sonrisa, un trato amable, todo eso es inexistente ya.
7. El machismo, sexismo, homofobia. Capaz este debería estar en el post de cosas profundas pero digamos que las cosas de jodedera de este estilo.
8. Desfile de cirugías plásticas. No tengo nada en contra de que te hagas tus retoques si sientes que te hace falta algo pero ya yo sentía que era todo el mundo, y me van a disculpar, en otros países no es así. Es muy fácil en Venezuela sentir la presión social de que te tienes que operar las lolas por ejemplo, y en verdad no ser cierto.
9. Depender de un carro para todo. Capaz este punto es un tanto snob pero en Valencia no se puede hacer nada sin carro y eso a veces crea riesgos y estrés adicional. Que divertido sería un transporte público decente allá y poder salir hasta tarde sin tormentos.
10. Y finalmente, Vivir con mis papás. No me malinterpreten, los quiero muchísimo pero ya estaba pasadita de años viviendo con ellos y mi mami me iba a venir corriendo de la casa por ser el desastre que soy. Aparte que he desarrollado un amor por las toallas, sábanas, adornos y cuadros que allá en Venezuela jamás y nunca.